jueves, 18 de octubre de 2007

LA RUDA

Se trata de una planta perenne de tallos fuertes y hojas amarillo-verdosas que pertenece a la familia de las rutáceas. Sus flores tienen pelitos minúsculos y son de color amarillo, de tamaño pequeño, con cuatro pétalos ondulados de forma cóncava y racimos en los extremos. La cápsula que produce el fruto llama la atención por su olor fuerte.
En la antigüedad, era considerada símbolo de pureza, por eso en los rituales mágicos se la utilizaba para limpiar el interior espiritual y lograr la clarividencia. También se creía que quemada en montoncitos dentro de los hogares, ahuyentaba los posibles maleficios. Se la conoce también como "la planta del perdón", pues se le entrega a alguien para pedirle perdón y olvidar las rencillas.
Actualmente, se usa en fitoterapia por su capacidad para mitigar la ansiedad y los estados de nervios. Además actúa contra las digestiones pesadas en forma de licor, y en cataplasma es buena para los abscesos y quistes. También es un buen remedio para las cefaleas y contra las hemorragias nasales, pues fortalece las paredes de los vasos sanguíneos. Muchos la consideran prohibida por los efectos nocivos que conllevaría una ingestión superior a la recomendada. La mitificación de esta hierba se fundamenta en sus propiedades, unas buenas para el organismo y otras peligrosas e incluso mortales. Tampoco se recomienda su posología en pacientes que sufren del riñón ni en mujeres embarazadas. Otras de las consecuencias negativas que acarrea el uso incorrecto de la ruda son diarreas, vómitos y pigmentación de la piel por efecto de la luz.

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